No debemos perder esta oportunidad para América Latina y el Caribe
Hace cinco años, BID Invest se convirtió en una nueva institución del Grupo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para apoyar el desarrollo de la región a través de proyectos sostenibles del sector privado. Se ha logrado mucho desde 2016, pero lo que importa ahora es cómo afrontamos los desafíos actuales.
La pandemia ha devastado la región de América Latina y el Caribe (ALC), amenazando con retroceder en muchos de los logros económicos y sociales. Por ejemplo, alrededor del 62% de todos los trabajos son ahora informales, en comparación con el 58% antes de la pandemia, y alrededor del 65% de los hogares más pobres perdieron al menos un empleo en la familia. Con los gobiernos bajo presión fiscal, nos enfrentamos a la amenaza real de otra década perdida para la región.
En estos tiempos difíciles, necesitamos trabajar con el sector privado: si hay decenas de millones de trabajadores en los sectores formal e informal – incluyendo las micro, pequeñas y medianas empresas (MIPYME) – con mayor riesgo de hundirse en pobreza, debemos centrar nuestros esfuerzos en mantener y crear puestos de trabajo. Pero no podemos olvidar la visión de largo plazo.
Tenemos la oportunidad, y la responsabilidad, de construir una recuperación verde e inclusiva impulsada por el sector privado. Tenemos por delante un camino complejo, pero no imposible, para impulsar la integración regional y para apoyar la economía digital que está creciendo y creando puestos de trabajo. Debemos hacer un mejor trabajo en asegurar las condiciones para la igualdad de género y la inclusión, y redoblar esfuerzos en invertir y abogar por la acción climática. Es el momento de traer al frente las soluciones del sector privado y la inversión con impacto.
Analicemos el ángulo de género, un tema clave para nosotros en este Mes de la Mujer. ALC tiene el porcentaje más alto de mujeres auto-empleadas del mundo. Sin embargo, el 70% de las pequeñas y medianas empresas dirigidas por mujeres que solicitan un préstamo bancario no logran obtenerlo, según estimaciones del mercado. Estas empresas también sufren mayores requisitos de garantías, lo que conduce a un crecimiento menor.
En ALC, hemos iniciado este año con un creciente enfoque en atraer inversión de impacto, y este mercado se está expandiendo rápidamente a nivel global. La región está en una posición única para liderar en este espacio porque las economías locales tienen una combinación de altos rendimientos, importantes necesidades de capital y un contexto social que permite una mayor participación de mujeres y jóvenes, y de una acción climática.
En Davos este año, hubo consenso sobre la aceptación del principio de que las partes interesadas o afectadas por la actividad corporativa, incluyendo consumidores, han de ser tenidas en cuenta. La Mesa Redonda de Negocios, que incluye gerentes generales de grandes empresas, comunicó un cambio de su enfoque de aportar valor a los accionistas a un enfoque claro en las partes interesadas. Hay un cambio importante en la mentalidad de las empresas globales y los inversores institucionales. Damos la bienvenida a esta nueva postura.
Los inversores de impacto quieren tener un impacto real y medible, y ALC es el lugar donde pueden conseguirlo.
Si queremos reconstruir mejor, debemos seguir buscando oportunidades sostenibles. Lo hemos estado haciendo durante los últimos cinco años, con instrumentos como los bonos verdes y sociales, por ejemplo los bonos de género lanzados con nuestro apoyo por Banistmo en Panamá y Davivienda en Colombia, y esperamos hacer mucho más.
En el Caribe, hemos estado impulsando una solución emergente que llamamos "paraguas digitales", sistemas para ayudar a los clientes de los bancos a protegerse de los efectos de la pandemia.
En Perú, el proyecto Internet para Todos está ayudando a cerrar la brecha digital de ocho millones de peruanos que viven en áreas remotas y tiene el potencial de permitir que 100 millones de personas en ALC obtengan acceso a internet. Esta es una revolución para los niños que necesitan estudiar en aulas virtuales durante la pandemia y para el futuro de la educación.
La energía solar y eólica, que ya no necesita subsidios para ser competitiva, puede impulsar un cambio hacia economías resilientes y con bajas emisiones de carbono que podrían crear más de 65 millones de nuevos empleos netos en todo el mundo para 2030.
Después de un año de incertidumbre, en el que hemos afrontado desafíos sin precedentes, el camino hacia adelante es claro: el sector privado debe liderar la recuperación económica de ALC, y lo debe hacer con un ángulo verde e inclusivo.
Durante los próximos cinco años, BID Invest, trabajando con el BID y BID Lab, ayudará a impulsar la inversión privada sostenible para crear empleos y construir una región más inclusiva y resiliente. Estamos listos para liderar. El reloj está en marcha.
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