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Cuatro maneras de poner la economía circular al servicio de su empresa

La economía circular está hecha a la medida para hacer frente al cambio climático y cuidar de los recursos naturales limitados de los que dependemos. Durante los últimos años, hemos presenciado una enorme acogida de esta agenda en la región, tanto en materia de políticas e iniciativas públicas como de acciones del sector privado.

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Uno de los principales atractivos de la economía circular es que su esencia está totalmente alineada con los esfuerzos orientados a impulsar una recuperación económica sostenible, baja en carbono, justa e inclusiva. 

La economía circular, en la medida en que implica un cambio hacia un enfoque económico restaurativo que mantiene los productos, componentes y materiales en su máxima utilidad y valor, tiene un sólido interés comercial. Al igual que la naturaleza no desperdicia nada, sino que restaura, reutiliza y redistribuye, la economía circular trata de ampliar los ciclos de vida de los productos mediante un diseño y unos procesos bien pensados a lo largo de la cadena de valor, apartándose del modelo lineal tradicional de "tomar-fabricar-desechar".

Esto representa una gran oportunidad para las empresas y las partes interesadas, y es un enfoque que, desde luego, está hecho a medida para afrontar el cambio climático y cuidar de los recursos naturales limitados de los que dependemos. Durante los últimos años, hemos presenciado una enorme acogida de esta agenda en la región, tanto en materia de políticas e iniciativas públicas como de acciones del sector privado.

Fuente: PBL Agencia de Evaluación Ambiental de los Países Bajos.
Fuente: PBL Agencia de Evaluación Ambiental de los Países Bajos.

Además, las tendencias normativas y de consumo siguen siendo motores clave de este programa. Desde el punto de vista de las políticas, una publicación reciente de la ONUDI muestra que se han puesto en marcha más de 80 iniciativas públicas en la región – algunas de las cuales incluyen hojas de ruta y estrategias nacionales de economía circular en países como Colombia, Chile, Ecuador, Perú y Uruguay – o normativas de responsabilidad ampliada del productor.

Asimismo, cada vez hay más investigaciones que demuestran la relación entre la manipulación y el uso de los materiales, las emisiones de gases de efecto invernadero que se liberan durante el proceso de extracción y la fabricación, y cómo la economía circular puede contribuir significativamente a la lucha contra el cambio climático. El último informe de Circle Economy estima que las estrategias de economía circular pueden reducir en un 39 % las emisiones globales de gases de efecto invernadero. Un informe de la Fundación Ellen McArthur muestra cómo la aplicación de estrategias de economía circular en cinco áreas clave (cemento, acero, aluminio, plástico y alimentos) puede eliminar 9.300 millones de toneladas de emisiones para 2050, lo que se compara con la reducción a cero de todas las emisiones del transporte.

Una transición justa e inclusiva también ocupa un lugar destacado en la agenda mundial, y es de especial importancia en nuestra región, muy afectada por profundas desigualdades. Es imperativo que se adopte un enfoque inclusivo en la transición hacia una economía circular. En esta transición, los mercados de trabajo se verán afectados, creando nuevas oportunidades, eliminando otras y exigiendo nuevas competencias. La transición justa también consiste en garantizar que los actores pequeños o menos influyentes no se queden atrás; esto es relevante para las mipymes que son esenciales para cerrar el bucle en las cadenas de valor, para impulsar las innovaciones y para permitir la circularidad.  El apoyo y los incentivos para las pymes por parte de los reguladores, las empresas y las instituciones financieras son necesarios para garantizar que también puedan hacer la transición y prosperar.

Ante este panorama, aquí presentamos cuatro consideraciones para poner la economía circular al servicio de su empresa:

1.         Ser o no ser: comenzar es a menudo el paso más difícil, y para algunos puede resultar abrumador. La adopción de esta agenda no se trata de una cuestión de si ya se es circular o no, sino de generar una transición para convertirse en circular. Las empresas deben tenerlo en cuenta con ambición y un sentido de urgencia. Comenzar es a menudo una mezcla de poder entender dónde están las mayores oportunidades e impactos "circulares" en las operaciones y la cadena de valor; priorizar; probar, implementar y medir las estrategias circulares. Nuestra experiencia ha demostrado que una revisión exhaustiva del entorno externo y una evaluación sincera de las deficiencias en las capacidades internas son pasos esenciales a la hora de poner en práctica soluciones circulares. 

2.         Unir los puntitos: será valioso articular su pensamiento de economía circular dentro de su estrategia de negocio y como un camino hacia sus objetivos de descarbonización y sostenibilidad, con el fin de alinear su hoja de ruta entre los departamentos y las partes interesadas.

3.         Compartir el valor: las empresas suelen ser rápidas a la hora de adoptar un enfoque de valor compartido en el que todos salgan ganando; pero algunas son más olvidadizas cuando se trata de compartir ese valor a lo largo de la cadena, lo cual es fundamental para el éxito a largo plazo. No se puede llegar a ser circular trabajando solo en un fragmento; además, la mayor parte del impacto y las oportunidades dependen de la cadena de valor, y esas cadenas de valor dependen en gran medida de las micro, pequeñas y medianas empresas, o mipymes. Por nombrar algunas: los modelos de uso en lugar de los de propiedad abren nuevas necesidades de servicios de mantenimiento y reparación; las mipymes tecnológicas pueden hacer posible la economía circular a través de la trazabilidad, el análisis de datos y las aplicaciones del Internet de las cosas; la logística inversa B2C crea nuevas oportunidades de negocio para los transportistas, los distribuidores y las tiendas locales, entre otros; y, por último, la demanda de recuperación de material usado puede crecer y mejorar el valor del trabajo de reciclaje, generalmente relegado a las microempresas (muchas de ellas informales).

4.         Subirse a la ola de las finanzas sostenibles: los equipos de finanzas corporativas con visión de futuro desempeñan un papel fundamental en la integración de programas clave en las estrategias de finanzas sostenibles que contribuyen a la consecución de modelos de negocio y resultados sostenibles. Vemos una oportunidad para que los clientes corporativos consideren instrumentos financieros basados en el rendimiento, como bonos y préstamos vinculados a la sostenibilidad, en línea con su estrategia general de negocio y sostenibilidad. Cuando se trata de desbloquear la financiación a lo largo de la cadena de valor, la financiación de la cadena de suministro sostenible también puede ser una oportunidad atractiva para satisfacer las necesidades de capital de trabajo de las mipymes y proporcionar incentivos para mejorar las soluciones circulares a lo largo de la cadena.

En BID Invest, hemos sido testigos de primera mano de este mayor interés y compromiso. En los últimos años, hemos apoyado a los clientes, a través de nuestros servicios de financiación y asesoramiento, en su transición hacia una economía circular.  Algunos ejemplos son Arzyz Metals, en México, que ha invertido en una nueva planta que aumenta su capacidad de reciclaje de aluminio; CRN, en Nicaragua, que ha aumentado la penetración del reciclaje; y el Grupo Kuo, con el que hemos trabajado para entender e implementar soluciones circulares a lo largo de su cadena de valor en una de sus líneas de negocio químicas. 

En Colombia, estamos trabajando con la banca nacional y comercial en el desarrollo de una taxonomía común para la financiación de la economía circular en el país, entender las necesidades del mercado, e identificar los instrumentos de financiación adecuados que permitan promover líneas de financiación para la economía circular a nivel local. Además, estamos impulsando y desarrollando una sólida cartera de proyectos en México, República Dominicana, Chile y Ecuador entre varios países, con componentes de economía circular.

Al final, no es cuestión de si las empresas se subirán al carro de la economía circular, sino de cuándo lo harán. No solo es lo correcto, sino también lo que es rentable.

 

Autores

Paula Peláez

Paula Peláez es jefa de PyME (pequeñas y medianas empresas) y negocios sostenibles de BID Invest. Ha sido jefa en Business Call To Action (BCtA), p

Rodrigo Navas

Rodrigo lidera el equipo de Manufactura de BID Invest, adonde ingresó en 2016. Es responsable del desarrollo de estrategias, planes de negocios, gesti

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