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La otra mitad de la igualdad

Las bases del camino que permita a nuestras sociedades disfrutar de un mayor y mejor bienestar no pueden ser otras que la sostenibilidad y la inclusión. Y para ello, es importante que todos formemos parte. Los hombres debemos recordar que somos la otra mitad de la igualdad.

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¿Qué camino deben seguir los países de América Latina y el Caribe para superar la crisis económica provocada por la pandemia? Tras casi dos años, ahora que la confianza está en el horizonte, ésta es la pregunta que debe ser respondida en 2022, el año llamado a poner en marcha la recuperación de la región.

Las bases de ese camino, que permita a nuestras sociedades disfrutar de un mayor y mejor bienestar, no pueden ser otras que la sostenibilidad y la inclusión. Y para ello, es importante que todos formemos parte. Los hombres debemos recordar que somos la otra mitad de la igualdad.

Pese a que muchas empresas en la región ya reconocen la equidad como necesaria para aumentar la competitividad de su negocio, pocas involucran a los hombres como aliados en el proceso. Esto es una pérdida de oportunidad que tiene importantes consecuencias negativas en el progreso y crecimiento de los países. La equidad de género no podrá lograrse si sólo la mitad de la población está trabajando en ella.

En el nuevo estudio de BID Invest, La igualdad necesita de todos. El rol de los hombres en la equidad, diversidad e inclusión, elaborado en conjunto con Mercer y Promujer, se concluye que 8 de cada 10 personas que trabajan en el sector privado de América Latina y el Caribe confirmaron que los hombres juegan un papel importante respecto al avance de la equidad de género. Sin embargo, el 43% no cree que estos avances generen beneficios para ellos. Es un error.

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La igualdad supone ganancias como la disminución de la presión social y familiar como proveedores únicos del hogar, el aumento de la confianza laboral entre compañeros, el fortalecimiento de la salud física y mental y la mejora de las relaciones familiares, a través de la distribución equitativa de los cuidados y de las tareas del hogar. Estos beneficios para los hombres complementan lucros empresariales como la mejora del rendimiento, el crecimiento de la productividad, la capacidad de atraer y retener talento y el aumento de ideas innovadoras.

Si todos nos beneficiamos de la igualdad, ¿cómo puede favorecerla el sector privado? Dos datos más para tener en cuenta. El 72% de los participantes de este mismo estudio considera que las mujeres enfrentan mayores dificultades en su desarrollo profesional dentro de las empresas. Además, casi el 97% confirma que las mujeres tienen mayores responsabilidades en el hogar y en el cuidado de los hijos, parientes mayores o enfermos durante el teletrabajo. Las acciones implementadas en las empresas, por tanto, desempeñan un rol fundamental para generar un cambio en el interior de sus organizaciones y también en toda su cadena de valor.

La equidad salarial, la generación de oportunidades de promoción interna y la incorporación de mujeres a los puestos directivos son solo algunas de las acciones que las compañías pueden implementar. Asimismo, la incorporación de certificaciones internacionales como EDGE, referencia mundial para evaluar los estándares de igualdad, permite implementar herramientas en pro de la igualdad para las empresas. En 2021 Grupo BID fue el primer banco multilateral en la región en alcanzar el segundo nivel, EDGE Move.

La pandemia, que ha afectado en mayor medida a los sectores donde las mujeres estaban más representadas, ha agravado el hecho de que una de cada dos mujeres de América Latina y el Caribe se encuentren fuera del mercado laboral formal. Con medidas como las mencionadas, el sector privado puede contribuir a generar las oportunidades que ahora están faltando, sin las cuales la mitad de la población de nuestra región no puede desarrollar su potencial, especialmente cuando nuestras sociedades más lo necesitan. Solo cuando los hombres actuamos como aliados somos capaces de acelerar este proceso.

La recuperación, para que sea sostenible e inclusiva, necesita que la otra mitad de la igualdad contribuya a generar un verdadero progreso a largo plazo. Avancemos en ese camino.

(Para los efectos de este artículo, cuando se habla de hombres se hace referencia en particular a los hombres heterosexuales cisgénero, que históricamente han tenido ciertas ventajas únicamente en función de su sexo. Los hombres constituyen una variedad de experiencias e identidades, entre las que existe una gran diversidad de identidades de género y orientaciones sexuales.)

(Este texto fue publicado originalmente en Forbes Centroamérica)

 

 

 

 

 

Escrito por

James P. Scriven

James P. Scriven es el Gerente General de BID Invest, la institución del sector privado del Grupo Banco Interameri

Climate change

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