Líneas de transmisión verdes: activo clave para el desarrollo de las renovables en la región
Puede que haya oído hablar del hidrógeno verde, y la generación eléctrica verde. Pero seguramente no haya oído aún sobre la última idea para garantizar la sostenibilidad del sector energético: las líneas de transmisión verdes.
El despliegue de y avance tecnológico de las energías renovables, que ha permitido una caída de los costos de producción en los últimos años, representa un avance muy prometedor para la descarbonización de América Latina y el Caribe (ALC), situación que, con el apoyo de los bancos de desarrollo, se ha extendido rápidamente incluso a economías pequeñas, como la de Honduras. La descarbonización busca disminuir la dependencia de los países de combustibles fósiles, la que aún representan el 45% de las fuentes de generación eléctrica en Centroamérica.
La transición energética de los países de ALC, necesaria para cumplir con los compromisos de reducción de emisiones del Acuerdo de París, implica una reducción de alrededor del 30% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el sector energético, hasta 2030. Conseguir esta meta requiere inversiones tanto en energías limpias como en la infraestructura asociada, a fin de permitir que dicha energía sea transportada en forma eficiente a los centros de consumo y reemplace a la que se genera a partir de combustibles fósiles.
Junto con la generación está la transmisión. Este componente del sistema eléctrico es clave y está por todos lados (recuerde la última vez que viajó por algún lado sin encontrarse con claves y postes de alta tensión), pero se piensa poco en él.
En agosto del año pasado, BID Invest otorgó un financiamiento de US$87 millones al Fideicomiso Financiero Línea de Transmisión Verde Tacuarembó-Salto – esponsorizado por UTE de Uruguay – para cerrar el anillo de transmisión de energía en el norte del país. De la mano de este proyecto, BID Invest lanzó la primera certificación para líneas de transmisión “verde” a nivel mundial. Una línea de transmisión verde es definida como una estructura para el transporte de energía eléctrica proveniente de fuentes renovables que incrementa la resiliencia de su sistema eléctrico asociado e implementa prácticas ambientales y sociales de excelencia.
En este contexto, BID Invest reconoce a la certificación de Líneas de Transmisión Verde como una herramienta muy valiosa para impulsar la descarbonización de los sistemas eléctricos de la Región, al generar un nexo atractivo entre activos estables a largo plazo (una vez mitigado el riesgo de construcción) y financiamientos de inversionistas institucionales, locales e internacionales que buscan, en ese tipo de activos, un componente extra de sostenibilidad ambiental y social en la estructuración de la operación comercial.
El certificado se basa en una metodología desarrollada por BID Invest con el apoyo de expertos en la materia, que fue validada con varios de los principales actores del sector (bancos de inversión, promotores, distribuidores de energía, inversionistas, etc.). Dicho certificado requiere que las líneas de transmisión cumplan con ciertos requisitos técnicos específicos, como: i) que su tensión sea media o alta; ii) que su uso principal sea el transporte de energía limpia y contribuya a reducir las pérdidas energéticas en el sistema de transmisión asociado; y iii) que provean estabilidad a la infraestructura de transmisión de un país.
Finalmente, el activo de transmisión debe cumplir con la Política de Sostenibilidad Ambiental y Social de BID Invest, un requisito indispensable para garantizar estándares internacionales de excelencia y calidad, y alcanzar, como mínimo, 5 atributos internacionales adicionales de sostenibilidad ambiental y social, de un listado de 40 posibles (las certificaciones “ISO”, por ejemplo, se encuentran dentro de ese listado).
La primera línea en recibir el Certificado de Línea de Transmisión Verde fue la línea de transmisión Tacuarembó-Salto en Uruguay. En la actualidad existen otros activos en Colombia, Guatemala y Uruguay que están considerando solicitar esta certificación.
Desde BID Invest creemos que este certificado generará un valor de sostenibilidad agregado a los activos de transmisión eléctrica y atraerá la inversión extranjera, sobre todo de fondos de pensión e institucionales, que busca una mayor transparencia en inversiones sostenibles y un aporte más substancial al desarrollo de la región.
(Javier García Gómez y Juan Carlos Páez contribuyeron a este post.)
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