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Nuevos datos muestran los impactos de la pandemia en las empresas del Caribe

La región del Caribe se ha visto particularmente afectada por la pandemia, con una contracción económica más profunda que la de América Latina en su conjunto. El impacto ha sido mayor para las empresas controladas o dirigidas por mujeres y las disrupciones en las cadenas de abastecimiento han afectado a las empresas.

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Algo novedoso sucedió en Ocho Ríos, Jamaica, el 16 de agosto: un crucero llegó al país por primera vez desde marzo de 2020, un importante momento para muchos negocios en esta economía dependiente del turismo, que vio caer las llegadas de turistas internacionales casi un 70% en 2020.

Dejando a un lado este reciente evento positivo, la región del Caribe se ha visto particularmente afectada por la pandemia de COVID-19. El Fondo Monetario Internacional estima que la actividad económica en la región cayó un 9,9% en 2020, una contracción superior al promedio en América Latina para el mismo período (6,8%). También se espera que las economías caribeñas que dependen del turismo sean las últimas en recuperarse.

¿Cuánto se han visto afectadas las empresas en el Caribe? Ahora podemos responder de manera más precisa a esta pregunta utilizando los datos recientemente publicados de la encuesta de Innovación, Desempeño de las Empresas y Género (IFPG) que levantó información de casi 2.000 empresas en 13 países del Caribe. Si bien estudios recientes han cuantificado los impactos de corto plazo de la pandemia en las empresas en otros países del mundo, los cuales muestran cómo las pequeñas empresas y las de países de bajos ingresos han tenido peores resultados que sus contrapartes más grandes y ricas, el Caribe ha estado ausente de estos análisis debido a la escasez de datos en estos países. Nuestro nuevo estudio ayuda a llenar este vacío.

 

¿Cuáles son las cinco conclusiones principales del estudio?

Las medidas de distanciamiento social se correlacionan con la disminución de la actividad económica. Combinando la encuesta IFPG con datos de las encuestas de seguimiento a firmas COVID-19 del Banco Mundial y el índice de rigurosidad de la Universidad de Oxford, que es una medida de la rigurosidad de las políticas de cierre de actividad, vemos una correlación positiva entre las políticas de distanciamiento social y la proporción de empresas que reportan una caída en las ventas. Este patrón se observa en países de todo el mundo y parece ser mayor en los países del Caribe.

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El 90% de las empresas caribeñas reportan haber sido impactadas negativamente por COVID-19. Los tres impactos más comunes fueron menores ventas (89% de las empresas), menor utilización de la capacidad disponible (85%) y reducción en la fuerza laboral (34%). Este último dato demuestra que las empresas han tratado de mantener sus niveles de empleo dentro de la posible. Asimismo, casi un tercio de las empresas indica ver la quiebra o la insolvencia como un riesgo importante provocado por la crisis y, en promedio, las empresas esperan que pasen al menos 13 meses antes de que se recuperen por completo.

Al igual que en otros países, la pandemia ha afectado de manera desproporcionada a empresas propiedad de mujeres o dirigidas por mujeres y a las empresas más pequeñas. Un mayor porcentaje de empresas propiedad de mujeres o dirigidas por mujeres reportan reducción de las ventas (93% de las empresas) y utilización de capacidad (90%) en comparación con el resto de empresas en la muestra (88% y 83%, respectivamente). Mientras que el 36% de las pequeñas y medianas empresas (PYMEs) indican haber reducido su fuerza laboral, un 20% de las grandes empresas reportan estos recortes. Curiosamente, las empresas propiedad de mujeres o dirigidas por mujeres no reportan mayores recortes en los puestos de trabajo que el resto, un hallazgo que requiere un análisis más detallado.

Las disrupciones en las cadenas de suministro han afectado significativamente al desempeño de las empresas. Las empresas que adoptaron medidas para evitar disrupciones en sus cadenas de suministro, como ser asegurarse la provisión de materias primas, usar inventario u obtener sustitutos para sus insumos, entre otros, tuvieron una mayor probabilidad de mantener o incrementar sus puestos de trabajo, sus ventas y la utilización de su capacidad durante la pandemia.

Las prioridades de las firmas han cambiado, y será necesario apoyo específico para que se consiga una recuperación apoyada por el sector privado. Antes de la pandemia, menos del 1% de las empresas percibían el acceso a los pagos digitales como un obstáculo importante para hacer sus negocios. Ahora, el acceso a los pagos digitales se ha convertido en el segundo desafío más importante para las empresas (14%), detrás de la principal preocupación: que su fuerza laboral debe tener una formación adecuada. Para acelerar sus operaciones post-COVID, un 34% de las empresas consideran que requerirían asistencia técnica, sobre todo relacionada a programas de capacitación para empleados en temas de digitalización y la producción y operación en línea.

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Con este panorama en mente, las políticas públicas y las instituciones financieras de desarrollo (IFD), como BID Invest, tienen un papel clave que desempeñar en el apoyo a la recuperación de las empresas en el Caribe. Por el lado de las políticas, mejorar el entorno empresarial y las habilidades de los trabajadores en esta nueva economía altamente digital, así como el apoyo continuo a las inversiones en infraestructura y logística, se encuentran entre las principales prioridades. Los gobiernos del Caribe ya han comenzado a movilizar apoyo al sector privado, incluida la expansión del crédito a las pymes.

Para las IFD, impulsar la recuperación requiere continuar ampliando el acceso al financiamiento a corto y largo plazo para las empresas, en particular para las pymes, y a los sectores y segmentos más afectados. También significa aumentar la asistencia técnica para ayudar a las empresas a acelerar y digitalizar sus operaciones y poder así emprender un camino hacia el crecimiento sostenible.

Maria Cecilia Acevedo y Joaquin Lennon también contribuyeron a esta publicación.

Para más detalles, vean el estudio reciente de Acevedo et al., (2021), The Impacts of the COVID-19 Pandemic on Firms in the Caribbean que forma parte de la serie Desarrollo a través del sector privado de BID Invest. Un DEBrief que resume el estudio también puede encontrarse aquí.

 

Autores

Stefano Pereira

Stefano Pereira trabaja en la División de Efectividad en el Desarrollo de BID Invest. Tiene una maestría en economía de la Universidad de Toronto y un

Patricia Yañez-Pagans

es Economista Líder en la División de Desarrollo Efectivo (DVF) del BID Invest, donde está a cargo del área de evaluación ex-post de proyectos y de

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