El cambio climático también es cuestión de salud
En el contexto de la COP 26, líderes de todo el mundo discutieron como promover acciones para alcanzar los objetivos del Acuerdo de París y la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático. Es conocida la importancia de esta lucha contra el calentamiento global, pero ¿conocemos el impacto que éste puede tener sobre nuestra salud?
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, se espera que, entre 2030 y 2050, el cambio climático cause aproximadamente 250.000 muertes adicionales por año, derivadas de causas como la desnutrición, la malaria, la diarrea y el estrés calórico Esta misma organización estima que los costos de los daños directos a la salud se situarán entre 2.000 y 4.000 millones de dólares al año en 2030.
Los desastres naturales tales como tormentas, huracanes, tornados e inundaciones, causan un número cada vez mayor de muertes al año pero también existen una serie de impactos indirectos, no tan conocidos, que pueden estar afectando a nuestra salud y la de nuestros hijos. Uno de los más evidentes es el impacto de la polución del aire sobre nuestra salud.
De acuerdo con un estudio de la Universidad de Harvard, en colaboración con la Universidad de Birmingham, mas de ocho millones de personas murieron en 2018 por la contaminación del aire provocada por combustibles fósiles- principales causantes del cambio climático, esto es casi una de cada cinco muertes a nivel global.
Otros impactos menos evidentes incluyen el incremento de enfermedades transmitidas por mosquitos, como la malaria y también de aquellas transmitidas a través de los alimentos y el agua. Los climas más cálidos aumentan las tasas de reproducción y resiliencia de los mosquitos, así como la persistencia y transmisión de microbios patógenos. Y 2020 fue el año más cálido que se conoce.
Pese a que la lista de impactos indirectos del cambio climático en la salud no tiene límite, podemos actuar frente a lo anterior en diferentes frentes:
1. La infraestructura, equipamiento y servicios de salud deben adaptarse para atender esta mayor demanda. Aún antes del COVID-19 América Latina y el Caribe (ALC) presentaba deficiencias en este ámbito, con instalaciones antiguas, y deficiencias en equipamiento y mantenimiento. El BID estima necesidades de inversión en la región en unos US$153.000 millones para reconstruir o construir nuevos hospitales y unidades de atención primario, y adquirir equipamiento.
2. Se requiere aunar esfuerzos con la industria farmacéutica y el sector privado para ampliar el acceso a medicamentos y vacunación. En ALC están incursionando modelos de negocio basados en la tecnología que pueden contribuir a aumentar la capilaridad de oferta de medicamentos y servicios.
3. Es necesario aumentar la concienciación sobre prácticas de salubridad cotidiana que reducen la trasmisión de enfermedades. La pandemia del COVID-19 ha traído consigo una mayor comunicación sobre mejores prácticas en la prevención de la trasmisión del virus. Esta comunicación debe reforzarse con la información pertinente a las enfermedades transmisibles con alta prevalencia.
Más allá de las medidas para evitar y mitigar los impactos en salud, el cambio climático es de todos, y como tal, cada individuo, empresa, institución y país, tiene la responsabilidad de actuar para prevenir y reducir el cambio climático y, así, estos impactos.
¿TE GUSTA LO QUE ACABAS DE LEER?
Suscríbase a nuestra newsletter para mantenerse informado sobre las últimas noticias de BID Invest, publicaciones de blog, próximos eventos y para obtener más información sobre áreas específicas de interés.
Suscribirse