3 ejemplos de APP de salud para América Latina y el Caribe
(*) Artículo basado en el trabajo de la Dra. Paloma Alonso.
América Latina y el Caribe han logrado importantes avances para alcanzar el Objetivo de Desarrollo Sostenible (ODS) de garantizar una vida sana y promover el bienestar para todos, conocido como ODS 3. Sin embargo, existen aún importantes brechas en el acceso y la calidad de los servicios de salud en la región, y se anticipa una creciente demanda de estos, dadas las emergencias que generan el surgimiento de nuevas enfermedades y factores como el envejecimiento poblacional.
Si nos enfocamos en el hecho de una creciente población envejecida, veremos que este resulta en una mayor incidencia de enfermedades crónicas ‒por poner un ejemplo, uno de cada diez latinoamericanos padece de diabetes‒, así como en una necesidad de mayor gasto para atender las necesidades de estos nuevos enfermos. En este entorno desafiante, las nuevas tecnologías en el sector salud abren la puerta a soluciones innovadoras, con el sector privado como generador e implementador principal.
Podemos mirar a España para tomar referencias de cómo esto puede sacarse adelante. Desde el año 2000, los esquemas de APP iniciaron en la península ibérica un proceso acelerado de perfeccionamiento que permitieron aportar al desarrollo de escuelas, prisiones y establecimientos de salud junto con juzgados, comisarías y otros. Un documento que recogió esta experiencia pionera fue publicado en 2009 por el BID, llamado “La experiencia española en concesiones y APP: Hospitales, infraestructura social y otros equipamientos de uso público y municipal”, disponible aquí.
Casi una década más tarde, en noviembre de 2018 BID Invest y el Gobierno Español acordaron un programa de impulso a la inversión en infraestructura para América Latina y el Caribe, canalizando US$10 millones mediante el Fondo General de Cooperación de España. Y es que, a estas alturas, abundan casos que resumen los aportes de la experiencia española para el mundo y en especial, nuestra región. De ellos, pensando en el sector salud, podemos elegir tres que resultan ejemplares:
1. Contrato APP para la provisión integral de equipamiento biomédico a dos nuevos hospitales públicos de la Región de Murcia en España, entre Siemens Healthcare y el Servicio Murciano de Salud. (Murcia, España)
Esta APP incluye la dotación de equipamiento de dos hospitales, su mantenimiento, la formación de los usuarios durante la vida del contrato la actualización y renovación de las aplicaciones, los insumos necesarios y la reposición. Tres aspectos que apoyaron el éxito del proyecto fueron: (i) la inclusión de indicadores de calidad y disponibilidad del equipamiento en los indicadores de éxito, una forma de incentivar respuestas adecuadas a necesidades durante la vida del contrato, (ii) la formación constante de personal que utiliza los equipos, tanto en formato presencial como e-learning, y (iii) la creación, por parte del proveedor, de una oficina técnica de supervisión, con un interlocutor único que se responsabiliza de la ejecución, seguimiento y evaluación del conjunto del proyecto.
2. Alianza entre la Asociación Española de Socorros Mutuos (AESM) y Sistemas Genómicos (SG) para el desarrollo de medicina predictiva. (Uruguay)
Esta alianza estratégica de largo plazo se firmó entre un socio industrial, SG, y otro de carácter clínico asistencial y privado sin ánimo de lucro, AESM, el cual brinda servicios en Uruguay. Ambas instituciones de origen español tenían el objetivo de desarrollar la primera plataforma de análisis e interpretación clínica de datos de ultra-secuenciación genómica en Uruguay.
Tres aspectos que apoyaron el éxito del proyecto fueron: (i) la habilidad de SG de desarrollar un proyecto “a la medida” para las necesidades de AESM, que incluyó no sólo el suministro de kits sino también transferencia de conocimiento, apoyo y continuo asesoramiento técnico remoto e incorporación de tecnología de última generación, (ii) la inclusión de la posibilidad de desarrollar proyectos de I+D+I conjuntos y acceso a redes de conocimiento, y (iii) la formación de profesionales, incluida a través del modelo “formador de formadores”, que permitió la disponibilidad de profesionales para la incorporación de las tecnologías innovadoras.
Cabe destacar el valor añadido que se ha originado con esta alianza y que permite a la AESM situarse a la vanguardia de la Medicina Predictiva Individualizada de Uruguay.
3. Concesión de servicios de laboratorio clínico en seis hospitales públicos en Madrid, entre el Servicio Madrileño de Salud y la empresa concesionaria BR Salud. (Madrid, España)
Esta alianza fue un proyecto pionero de concesión administrativa para la prestación de servicios de laboratorio clínico a seis nuevos hospitales. Para brindar los servicios de laboratorio clínico, la sociedad concesionaria instaló un laboratorio central en el hospital de mayor tamaño (Infanta Sofía) y cinco laboratorios satélites o periféricos en los otros hospitales, conectados en red mediante sistemas de información.
Tres aspectos que apoyaron el éxito del proyecto fueron (i) la creación de una red integrada de laboratorio clínico, que permitió la centralización y procesamiento de un gran volumen de pruebas, mediante técnicas automatizadas que generan economías de escala, (ii) el apoyo de consultoría y gestión clínica a los servicios, que ayudó a promover el uso racional de las pruebas de laboratorio clínico, y (iii) el esquema de pagos per cápita, que favoreció la protocolización y evaluación clínica de la solicitud de pruebas analíticas, reduciéndose la variabilidad de la práctica médica.
Se aportó un doble valor al proceso asistencial: por una parte, a través de la información y conocimiento que genera (de calidad y disponible en el momento oportuno para la toma de decisiones clínicas), y por otra, con un compromiso con la organización para potenciar un uso adecuado y una gestión eficiente de la indicación clínica y de las tecnologías sanitarias, mejorando las derivaciones y estableciendo protocolos clínicos eficaces, lo que conllevó un ahorro en costes de un 48%.
No obstante teniendo en cuenta los potenciales beneficios de las APP, es importante notar que existen varios factores que contribuyen al éxito de estos esquemas, incluyendo un adecuado entorno legislativo y regulatorio, así como la capacidad del sector público para identificar, diseñar, estructurar, licitar y gestionar este tipo de contratos. Factores adicionales son la capacidad del sector privado y el espacio fiscal para afrontar posibles contingencias y provisiones asociadas y voluntad política así como, por supuesto, el respaldo de la ciudadanía.■
DESCARGA REPORTE GRATUITO. Si quieres saber más sobre cómo incluir la participación privada en la adquisición de tecnologías para cerrar la brecha en salud de América Latina y el Caribe, lee nuestro reporte “Alianzas Público-Privadas + Salud” (BID Invest, 2019) aquí.
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