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La gran revolución: La inteligencia artificial general y los bancos multilaterales de desarrollo

Al dar prioridad a la ética, desarrollo sostenible, asistencia técnica y respuestas a los posibles riesgos, los bancos multilaterales de desarrollo pueden ayudar a que la inteligencia artificial general beneficie a todos y se minimicen los daños potenciales.

Artificial Intelligence illustration

El mundo está experimentando una notable revolución tecnológica que está alterando el curso de la historia de la humanidad. El poder de internet y de la computación ya han transformado la manera en la que interactuamos entre nosotros y con el mundo que nos rodea, y se vislumbran aún más avances en el horizonte. Gracias a las redes neuromórficas y a la informática cuántica, se ha ampliado nuestra capacidad de analizar y procesar información, dando paso a la inteligencia artificial (IA) que ha revolucionado la forma en la que interactuamos con la tecnología.

Las tecnologías de reconocimiento de voz e imágenes y los algoritmos de aprendizaje profundo han convertido a la IA en una herramienta increíblemente poderosa. El advenimiento de la web 3.0 aceleró todavía más esta revolución, que dio lugar a la adopción generalizada de blockchain, de realidades virtuales y aumentadas, y de la tokenización. Las redes de telecomunicaciones están siendo reemplazadas por redes de fibra óptica y 5G que convierten a cada rincón del mundo en supercomputadoras.

La capacidad ilimitada de procesamiento y almacenamiento de datos, las supercomputadoras terrestres y la web 3.0 han allanado el camino para la irrupción masiva de la inteligencia artificial general (IAG): un sistema informático con la capacidad de generar nuevo conocimiento científico y realizar cualquier tarea humana. Alternativamente, también se define a la IAG como el sistema autónomo que supera las capacidades humanas para realizar gran parte de los trabajos económicamente valiosos. Si bien no es posible anticipar cuándo llegará la IAG, nos estamos aproximando cada vez más.

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La velocidad de aprendizaje exponencial que tiene el modelo actual de IA se ha multiplicado por 100 millones en los últimos diez años, además de que las IAG se alimentan de todos los datos disponibles en internet. Esto tiene el potencial de generar avances inimaginables en materia de descubrimientos científicos, desde la creación de cultivos resistentes al cambio climático hasta el desarrollo de nuevos medicamentos.

Según comenta José María Álvarez-Pallete, director ejecutivo y presidente de Telefónica S.A., también deben considerarse los posibles peligros que presenta la IAG. Una IAG fuera de control o ávida de poder podría diseñar armas químicas o cibernéticas, provocar despidos masivos a medida que las máquinas asumen tareas que antes realizaban los humanos y crear noticias falsas o deepfakes que podrían poner en peligro a la democracia porque generan desinformación de manera sistemática e indetectable. Por lo tanto, es esencial tener en cuenta las consideraciones éticas que se relacionan con el desarrollo y el uso de la IAG.

Los bancos multilaterales de desarrollo (BMD) pueden dar prioridad a las consideraciones éticas, tales como la privacidad, la seguridad y los derechos humanos, a la hora de financiar la investigación y el desarrollo de la IAG. Para tal fin, pueden exigir que las empresas u organizaciones que financian demuestren cómo están implementando las cuestiones éticas en el desarrollo y el uso de la IAG.

Los BMD también pueden ofrecer asistencia técnica y desarrollo de capacidades para que los países desarrollen marcos regulatorios y normas para el desarrollo y el uso de la IAG. Por ejemplo, pueden establecer directrices para la privacidad y seguridad de datos, y mecanismos de rendición de cuentas para las decisiones de la IAG, así como promover la transparencia y la participación pública en la gobernanza de la IAG.

Ya se está trabajando en esta dirección, por ejemplo a través de la iniciativa fAIrLAC, promovida por el IDB Lab del Grupo BID. En resumen, si los BMD priorizan las cuestiones éticas, promueven el desarrollo sostenible, ofrecen asistencia técnica y coordinan las respuestas ante posibles riesgos, pueden contribuir a garantizar que el desarrollo y el uso de la IAG sea para beneficio de todos y se minimicen los posibles daños.

Escrito por

Edgar L. Cabañas

Edgar es un profesional experimentado en el campo de la estructuración de finanzas corporativas, garantías de crédito, financiamiento de la cadena

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