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Las microfinanzas integrales reducen brechas para la población migrante en Chile

Si se logra la participación de los sectores público y privado, las instituciones financieras y la sociedad civil, la inclusión financiera de inmigrantes puede ser una oportunidad para la innovación, la cohesión social y el crecimiento económico.

Una emprendedora venezolana en su taller

América Latina y el Caribe se enfrenta a la mayor crisis de inmigración de su historia. Según datos del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de Naciones Unidas (UNDESA), el número de inmigrantes se ha duplicado en los últimos 30 años, de 7 millones en 1990, a casi 15 millones en 2020.

Paradójicamente, este desafío podría convertirse en una herramienta para el desarrollo inclusivo, si se logra la participación de los sectores público y privado, y de la sociedad civil, para conectar la innovación con la oportunidad de crecimiento económico y social que puede generar la migración.

Cuadro con la población migrante en Chile por país de origen.

 

El sistema financiero puede facilitar la inserción social y económica de las personas migrantes en los países de llegada mediante el acceso y uso de servicios financieros básicos (ahorros, medios de pagos, remesas, etc.) para construir progresivamente un historial de comportamiento bancario y acceder a otros servicios (préstamos, seguros, etc.), lo cual facilitaría su inclusión social responsable.

En Perú, Colombia y Ecuador hay instituciones financieras reguladas que han buscado cerrar brechas en la atención a personas migrantes. Las principales barreras enfrentadas son la falta de información en los burós de crédito, el estatus migratorio, la informalidad, y la mayor vulnerabilidad económica y social.


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Por medio de mecanismos de bancarización en estos países se ha logrado conocer el comportamiento de ahorros y los flujos de efectivo, lo que ha permitido la creación de soluciones de crédito acotadas y asequibles.

Chile: barreras, desafíos y soluciones

La población migrante en Chile es atendida principalmente por instituciones financieras no bancarias. Existe, además, un marco regulatorio cambiante sobre la legalidad de la atención a inmigrantes en situación irregular sin acceso a servicios bancarios.

Sumado a una mayor precepción de riesgo, principalmente en migrantes de ingreso reciente, y la falta de historial crediticio. Asimismo, el acceso a servicios bancarios se limita al estatus migratorio regular con una cuenta RUT de Banco Estado (cuenta de ahorros a la vista sin costo transaccional).

Las escasas redes de apoyo disminuyen la cohesión social de los migrantes, y afecta sus posibilidades de conocer y utilizar apropiadamente soluciones financieras.

Fondo Esperanza, pionera en Chile con su servicio de microfinanzas integrales enfocado al emprendimiento en los sectores más vulnerables, apoya a 130 mil emprendimientos, 80% de ellos liderados por mujeres, y casi 5.000 pertenecientes a migrantes.

Desde la convicción de que la inclusión económica es fundamental para la integración social, Fondo Esperanza da acceso a financiamiento y productos sociales, a quienes están en situación migratoria regular e irregular.

Tabla inclusión financiera de la población migrante en Chile

 

Con apoyo de BID Invest y la firma consultora Fundación Capital, Fondo Esperanza fortalece su oferta de valor con la identificación del perfil de la persona migrante (migrante reciente, millennial, y migrante tradicional), el diseño de una oferta ajustada, la definición de metas y una propuesta de servicios no financieros.

Por ejemplo, una de las propuestas de valor es la tarjeta prepago vinculada al crédito, que reduciría costos transaccionales para el migrante y para Fondo Esperanza. Adicionalmente, representa un medio de pago accesible y asequible; ahora se encuentra en fase de evaluación de viabilidad.

Los servicios no financieros para la población migrante venezolana presentan desafíos por el mayor nivel educativo, enfoques diversos y un lente de género y vulnerabilidad. Capsulas con información clave de las condiciones del financiamiento en Chile, ferias de integración, y empoderamiento son algunos ejemplos de servicios no financieros.

Desde un enfoque integral y con perspectiva de género, los servicios financieros contribuyen a romper la dependencia y promueven el empoderamiento económico de las personas migrantes facilitando la cohesión social, al favorecer el establecimiento de vínculos en la comunidad de acogida y favoreciendo su resiliencia y el cierre de brechas.

Como próximos pasos, se propone comenzar con mesas de diálogo entre el sector público y privado, que sensibilicen sobre la importancia y el beneficio de la inclusión social y económica del migrante y el fortalecimiento del tejido social y económico. Un factor clave en este proceso es identificar mecanismos innovadores de inclusión financiera para migrantes así más actores financieros se sumen a esta corriente.

BID Invest está comprometido en contribuir en la creación de conciencia, desarrollar conocimiento e innovación, proveer financiamiento para el desarrollo y crecimiento de productos financieros para este nuevo segmento de instituciones financieras inclusivas y sostenibles que atiendan el enorme desafío de la inclusión financiera de la población migrante en toda la región.


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