El impulso hacia la utilización de fuentes de energía renovable sigue creciendo.  

Según la Agencia, las mujeres representan algo más del 40% de la mano de obra que requiere esta actividad, y la segregación ocupacional por sexos permanece alta, dado que la mayoría de las mujeres están abocadas a tareas administrativas, de marketing y otras funciones no técnicas.

Este subsector contrata a un 47% de mujeres en la fabricación, pero sólo a un 12% para tareas de instalación. A nivel mundial, las barreras para ingresar en la industria de la energía solar parecen ser más altas en América Latina y el Caribe. 

Los bajos niveles de participación y liderazgo se deben a las restricciones de acceso a oportunidades de formación para adquirir habilidades técnicas, a procesos de contratación con sesgos de género, y a las normas sociales que imponen qué funciones debe desempeñar cada género. 

Por lo tanto, en virtud de la proyección de crecimiento del empleo en este subsector, se presenta la oportunidad para mejorar las competencias de los trabajadores actuales y orientar los perfiles existentes de la fuerza laboral del sector energético mundial hacia la equidad de género.

Para cerrar las brechas de género y garantizar la inclusión de las mujeres en todas las etapas de la cadena de valor, se necesitan asociaciones estratégicas, debido a que existen agencias de terceros involucradas en la contratación de personal para los proyectos de energía. 

Crear liderazgo

BID Invest financió el primer proyecto solar en Las Bahamas y, a través de sus servicios de asesoría, desempeñó un papel fundamental, dado que brindó apoyo al contratista de ingeniería, compras y construcción, Inti Corporation Limited, para que mejorara la presencia y la capacidad técnica de las mujeres en la cadena de valor de la energía solar fotovoltaica. 

La estrategia consistió en el diseño colaborativo de una estrategia inclusiva de contratación y retención para lograr un mínimo del 10% de participación femenina en puestos no tradicionales como obras civiles, mecánicas y eléctricas. 

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Además, los programas de capacitación específicos sobre género que Inti impartió en las áreas de construcción posicionaron a Lucayas como la empresa líder en empleo femenino dentro del subsector de la construcción/energía de las Bahamas.

Desde el principio, Inti suscribió los Principios para el Empoderamiento de las Mujeres (WEP, por su sigla en inglés), lo que fue esencial para ratificar su compromiso con la igualdad de género, concientizar a la industria, y medir el grado de receptividad del proyecto. 

La firma de dicha iniciativa demostró que Inti comprende muy bien que pueden fomentarse la diversidad y la innovación a través de la presencia femenina en el sector de las energías renovables. 

BID Invest brindó su apoyo para identificar una cohorte de actores clave para la elaboración de la estrategia de inclusión de género. Entre ellos se encontraban el Ministerio de Trabajo, el Instituto de Formación Técnica y Profesional de las Bahamas, la Asociación de Contratistas de las Bahamas, la Sociedad Bahameña de Ingenieros y la Autoridad Portuaria de Gran Bahama. 

Esta cohorte proporcionó información específica sobre los recursos necesarios para lo siguiente:

1. Adaptar la formación y las disciplinas académicas para que las mujeres tengan acceso a las oportunidades

2. Cambiar la narrativa en torno a las trayectorias profesionales socialmente aceptadas respecto de la participación de las mujeres en campos técnicamente no tradicionales

3. Integrar la Generación Z (finales de la década de los 90 - principios de la década de 2010) en el sector de la construcción

La participación de la Asociación de Contratistas de las Bahamas y la Sociedad Bahameña de Ingenieros ayudó a impulsar el proyecto y a ampliar las redes para crear asociaciones con actores de la industria que pudieran ofrecer formación, aprendizaje profesional y oportunidades de empleo continuas.

Mujeres y resiliencia

Para facilitar la incorporación de talento femenino, fue necesario que el contratista comprendiera los obstáculos que se interponen en la contratación de mujeres y las barreras que imponen los sesgos de género en el sector de la construcción. 

Esto implicó evaluar las competencias que se requerían y adaptar tanto los métodos de contratación como el lugar de trabajo; por ejemplo, el uso de lenguaje neutro desde el punto de vista del género, baños separados y uniformes modificados, y las obligaciones respecto del cuidado infantil. 

Tras el roadshow con las partes relacionadas, Inti organizó una feria de empleo a la que fueron invitadas específicamente las mujeres. En ella, el 20% de los candidatos eran mujeres, el 79% de esas mujeres se postulaba para trabajos no tradicionales; y el 21%, para puestos tradicionales o administrativos.

Desde ese momento, Inti ha contratado a 13 mujeres, 3 de las cuales se desempeñan en el área de control de calidad, 2 en el área de seguridad y 8 en el área mecánica.

Como resultado, también aumentó el acceso de las mujeres a las redes de los organismos técnicos y regulatorios del sector, por lo que hay más presencia femenina en las cadenas de valor de la energía. 

Por otra parte, Inti se comprometió a lo siguiente:

• Integrar paneles para entrevistas y selección con equidad de género 
• Llevar adelante un proceso de contratación y fomentar un lugar de trabajo plenamente inclusivo, con estadísticas de empleo desglosadas por género
• Utilizar el contenido técnico provisto por BID Invest para las sesiones con el personal de construcción como parte de la formación sobre salud y seguridad, específicamente en lo relativo a:
  • definir el género,
  • evitar los estereotipos
  • abordar el acoso sexual y la violencia de género, y
  • concientizar sobre el rol de los hombres en la lucha contra los sesgos de género 
• Implementar un programa de prácticas para capacitar a las mujeres y alumnas con aspiraciones en el sector de la construcción.

Intercambiar lo aprendido a partir de éxitos como este fomenta una mayor integración de las mujeres en puestos de trabajo no tradicionales. Una mayor participación femenina en la fuerza laboral del sector energético no solo es positiva para la actividad comercial, sino que es crucial para que el sector energético sea resiliente y sostenible.