El futuro de la competitividad en América Latina pasa por los centros de datos

Cada vez que envías un mensaje, realizas una compra online o ves una serie en streaming, un centro de datos lo hace posible.
Estas instalaciones tecnológicas, aunque invisibles en nuestra vida cotidiana, sostienen toda nuestra actividad digital.
Desde aplicaciones impulsadas por inteligencia artificial hasta plataformas en la nube que permiten el comercio electrónico, la economía digital depende íntegramente de esta infraestructura tecnológica.
Sin embargo, en América Latina los centros de datos tienen un valor estratégico que va mucho más allá de lo tecnológico, siendo un factor clave para el desarrollo económico regional.
Inversión local
Durante décadas, la ausencia local de estas instalaciones obligó a muchas empresas a depender de servidores situados en otros continentes, lo que implicó incurrir en mayores costes, latencias significativas y riesgos de seguridad.
Además, esta dependencia frenó el desarrollo del talento digital local, situando a la región en desventaja competitiva frente a economías más avanzadas.
Esta situación está cambiando con rapidez. La región ha incrementado notablemente la inversión -principalmente privada- en infraestructura digital, construyendo centros de datos locales y cerrando progresivamente la brecha tecnológica y económica.
La clave está en la eficiencia e innovación que estas infraestructuras permiten, actuando como catalizadores esenciales de la Transformación Digital.
Agilidad y calidad
Al migrar sus operaciones a centros de datos especializados, las empresas latinoamericanas mejoran su productividad, reducen costes operativos y acceden de forma flexible a tecnología avanzada, pagando solo por los recursos que realmente necesitan.
Entre las principales ventajas destaca el aumento en la productividad. Sectores clave como agricultura, manufactura y transporte están tomando decisiones más rápidas y eficaces gracias al acceso centralizado a datos en tiempo real.
El uso intensivo de analítica avanzada y de inteligencia artificial les permite optimizar procesos, reducir tiempos operativos y ofrecer servicios más ágiles y de mejor calidad, lo que incrementa sustancialmente su competitividad.
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Otra ventaja relevante es la reducción de costes operativos y la capacidad de escalabilidad. Las compañías pueden ajustar rápidamente el uso de recursos tecnológicos según la demanda real, evitando gastos innecesarios en infraestructura ociosa.
Esta capacidad de adaptación facilita también el desarrollo ágil de nuevos productos y servicios, permitiendo a las empresas responder con rapidez a las necesidades cambiantes del mercado.
Adicionalmente, la resiliencia operativa es un factor clave que los centros de datos aportan dentro del ecosistema digital.
Los servicios en la nube proporcionan respaldos constantes y planes efectivos para recuperarse ante incidentes críticos.
Esta capacidad fue especialmente relevante durante la pandemia, cuando las empresas que habían avanzado en digitalización pudieron mantener su continuidad operativa con relativa facilidad gracias al teletrabajo.
Auge regional
Actualmente, América Latina vive un importante auge en la inversión en centros de datos.
Se estima que este mercado prácticamente duplicará su tamaño en los próximos años, creciendo desde aproximadamente US$5.000 millones en 2023 hasta cerca de US$10.000 millones para 2029.
Brasil, México y Chile lideran esta expansión regional, pero países como Colombia, Perú y Costa Rica comienzan también a destacar como atractivos hubs tecnológicos.
Desde el año pasado, alrededor de 30 nuevos centros de datos están en proceso de construcción o han sido recientemente inaugurados en la región.
Aunque es un avance significativo, América Latina todavía mantiene una brecha considerable frente a economías avanzadas, donde sigue concentrada gran parte de la infraestructura digital global.
Necesidad estratégica
Invertir en centros de datos ya no es una opción, sino una necesidad estratégica urgente.
Cada nuevo centro inaugurado reduce la dependencia tecnológica externa, fortalece el ecosistema digital local, crea empleos altamente especializados y facilita la aparición de startups innovadoras con capacidad de competir globalmente.
Para mantener y consolidar este impulso, América Latina debe aspirar a estándares operativos similares a los de empresas líderes globales como AWS, Google o Meta, que logran utilizar hasta el 90% de la energía consumida directamente en tareas de cómputo útil.
En este sentido, la región ya avanza incorporando tecnologías de eficiencia como enfriamiento líquido y diseños modulares, que reducen los costes de operación.
Más de BID Invest
Sin embargo, los desafíos persisten. La región necesita acelerar sus inversiones, formar capital humano especializado y establecer marcos regulatorios robustos que garanticen seguridad y privacidad, generando confianza tanto en empresas como en usuarios.
En BID Invest apoyamos al sector privado en su transformación con servicios de asesoría especializados en Transformación Digital y con soluciones financieras adaptadas a las necesidades de la región.
Ofrecemos desde refinanciaciones hasta estructuras avanzadas de Project Finance, con un enfoque estratégico en el desarrollo y expansión de centros de datos.
En la carrera global por la competitividad, los centros de datos se consolidan como el motor que impulsa la región hacia un futuro más próspero, conectado y competitivo, donde la tecnología digital define las reglas del desarrollo económico.
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