

En resumen

La energía es fundamental para el desarrollo de las personas y los países.
La energía no solo nos permite iluminar nuestros hogares, tomar una ducha caliente o conservar alimentos. También es vital para la economía ya que se utiliza en la industria, el comercio y el transporte. La energía es fundamental para prácticamente todas las actividades de la sociedad actual como la ciencia, la educación o la sanidad. Gracias a la tecnología, el uso de la electricidad será cada día más intenso reemplazando a los combustibles fósiles. Aunque parecen buenas noticias, la generación de energía eléctrica puede tener efectos negativos sobre el medio ambiente si no se realiza de forma sustentable.
DESAFÍOS Y OPORTUNIDADES

La red eléctrica de la región es relativamente ecológica, debido a la alta producción hidroeléctrica. Sin embargo, el cambio climático afecta a las precipitaciones y reduce el suministro. Los países se vuelven más dependientes de los combustibles fósiles y sus economías más vulnerables frente a las fluctuaciones de precios de los de hidrocarburos.
Para diversificar su energía es clave incluir más fuentes variables, como la eólica y la solar pero también otras de respaldo como la geotermia y el gas natural. Las energías renovables, dada su mayor volatilidad e intermitencia, necesitan contar con mejores redes de transmisión y soluciones de almacenaje como las baterías. Eso asegurará el suministro y acompañará el aumento de la demanda. Todo este proceso de transición y diversificación necesita de mucha innovación e inversión.
NUESTRA
ESTRATEGIA

Buscamos llevar la energía limpia y sustentable a gran escala.
Trabajamos con experimentados patrocinadores de proyectos de energía para acelerar la transición de combustibles fósiles a energías renovables. Invertimos en generación, pero no solo eso, también en un sólido sistema de soporte a través de redes de distribución modernas y capacidad de almacenamiento. Todo eso sin perder de vista y apoyar tecnologías de eficiencia energética.
NUESTRO
COMPROMISO
Para alcanzar los objetivos que se han marcado nuestros países en energías renovables se necesita aumentar drásticamente la inversión. Aunque es el sector privado quien impulsa el mercado, son los gobiernos quienes crean los marcos legales que reducen los riesgos, fomentan la competencia y promueven la tecnología. El Grupo BID trabaja con el sector público y privado para crear el entorno adecuado y mejorar el financiamiento que América Latina y el Caribe necesita.
Destinamos capital propio y movilizamos recursos externos. Ofrecemos productos financieros adaptados a las necesidades de nuestros clientes y de los mercados en los que operan para mitigar riesgos, contribuimos a aprovechar los mercados de capitales para mejorar la inversión a largo plazo, incluimos programas de género para que más mujeres entren en el sector de la energía e incorporamos soluciones de mitigación y adaptación al cambio climático para asesorar a nuestros clientes y sus proyectos.
No solo velamos por la viabilidad financiera de cada proyecto, sino también por su impacto social y económico a largo plazo. Consideramos aspectos ambientales y sociales, de igualdad de género, de cambio climático y gobernanza corporativa.
Publicaciones
Nuestro experto

