Resumen
El Marco de Gestión de Impacto de BID Invest es una serie de herramientas y prácticas end-to-end que apoyan todo el ciclo de vida del proyecto e integran las consideraciones de impacto y financieras en la gestión de cartera. En pocas palabras, permite construir, medir y gestionar una cartera de inversiones financieramente sostenibles que contribuyen a alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODSs).
Si bien nuestro enfoque se basa en América Latina y el Caribe, nuestro marco es indiferente en términos de región y sector. Se puede adaptar a las prioridades estratégicas, geográficas, sectoriales y otras prioridades de otros bancos multilaterales de desarrollo, instituciones financieras de desarrollo e inversionistas de impacto. También está plenamente alineado con las prácticas habituales del mercado, como las cinco dimensiones de impacto del Impact Management Project.
1. Elegir los proyectos y clientes adecuados
Dado la gran necesidad de inversión privada en América Latina y el Caribe, es clave poder orientar los esfuerzos de originación.
La Tarjeta de Puntaje de Selectividad Estratégica de BID Invest identifica las necesidades de inversión del sector privado de cada país por industria, lo que nos ayuda a identificar los sectores donde las brechas de desarrollo son relativamente más profundas. Esta herramienta nos ayuda a orientar la selección de proyectos y la asignación de recursos, en consonancia con nuestro apetito de desarrollo y metas corporativas, incluido un enfoque en las economías pequeñas, en los pequeños países insulares, las MiPyME, el cambio climático, la igualdad de género y la diversidad.
2. Medir el impacto potencial y diseñar proyectos para obtener resultados
La piedra angular de nuestro Marco de Gestión de Impacto es el DELTA (Herramienta de Aprendizaje, Seguimiento y Evaluación de la Efectividad en el Desarrollo).
El DELTA es un riguroso sistema de calificación basado en hechos que evalúa sistemáticamente el impacto previsto de cada inversión. En la originación, a cada proyecto se le asigna una calificación que oscila entre cero y 10, que es monitoreada y actualizada a lo largo de la implementación. En este puntaje hay incorporada una aproximación de la tasa de retorno económica y social (monetización) de cada inversión, complementada con un análisis de las partes interesadas para asegurar que se tomen en cuenta los efectos directos e indirectos más importantes, una evaluación de la sostenibilidad y una evaluación de la adicionalidad que BID Invest aporta al proyecto.
El puntaje DELTA es un factor clave del enfoque de cartera (portfolio approach) de BID Invest, junto con la Calificación de la Contribución Financiera, que mide la contribución financiera de cada operación a BID Invest. Las inversiones propuestas tienen que cumplir ciertos umbrales de la calificación de impacto y contribución financiera para poder avanzar, con requisitos de contribución financiera descendentes para los proyectos con un alto impacto. De esta manera, estamos construyendo deliberadamente una cartera equilibrada en las dos dimensiones y trabajando hacia alcanzar los ODS en la región.
3. Monitorear y evaluar proyectos
Monitoreo
La evaluación de impacto ex ante con el DELTA es sólo el comienzo. Además de la matriz de resultados, que incluye indicadores y metas clave, cada proyecto tiene un plan de seguimiento y evaluación que especifica la frecuencia, los métodos, las fuentes y las responsabilidades en la recopilación y análisis de datos. Como parte del ejercicio de supervisión anual que integra el desempeño financiero y de impacto, el puntaje del proyecto DELTA se actualiza para reflejar el desempeño real en el logro de las metas de impacto establecidas en la matriz de resultados. A nivel de cartera, el seguimiento del avance hacia los resultados de desarrollo toma en cuenta los cambios en el puntaje DELTA de los distintos proyectos a lo largo del tiempo. De la misma manera, las contribuciones esperadas a los ODS de cada proyecto supervisado se actualizan anualmente.
Medición y evaluación de impacto
BID Invest lleva a cabo una evaluación final obligatoria para cada operación en la cartera. Esta evaluación compara el impacto esperado y real de cada proyecto a través de una evaluación sistemática de su pertinencia, efectividad, eficiencia y sostenibilidad, así como las principales lecciones aprendidas. La calificación final de desempeño para cada proyecto es validada por la Oficina de Evaluación y Supervisión, un órgano independiente del Grupo BID. Las lecciones aprendidas de estas evaluaciones se clasifican y se almacenan en nuestro sistema de gestión de conocimiento para fortalecer el diseño de nuevas operaciones.
Además, para seguir construyendo la base de evidencia de impacto, seleccionamos algunas inversiones para evaluaciones en profundidad. Al generar y compartir evidencia causal rigurosa acerca de lo que funciona y no funciona en nuestras inversiones, podemos contribuir a aumentar la efectividad de la industria de inversión de impacto más amplia a medida que sigue creciendo.
Seleccionamos las evaluaciones de impacto en base a cuatro criterios clave:
- ¿Será pertinente el conocimiento generado para los mercados e industrias en los que nos focalizamos? Las evaluaciones de impacto deberían centrarse en zanjar las brechas de conocimiento identificadas en sectores específicos.
- ¿Es representativo el proyecto de líneas de negocios existentes o potenciales? Cuanto más representativo sea, más ampliamente podremos aplicar y divulgar el conocimiento que acumulamos y las buenas prácticas que identificamos.
- ¿Comprende el proyecto soluciones empresariales innovadoras con impacto en el desarrollo? Al aprender qué soluciones funcionan -e, igual de importante, cuales no funcionan- podemos añadir valor y ayudar a los clientes e inversionistas de impacto a implementar las más efectivas.
- ¿Cuán pertinente es el proyecto u operación? A veces el gran tamaño o prominencia de una inversión exige una evaluación rigurosa. Esto proporciona un nivel mayor de transparencia para las partes interesadas y puede informar las políticas públicas.
Ademas, trabajamos con clientes en las primeras etapas de una inversión para probar si un producto o enfoque innovador es efectivo antes de ampliar su escala. Por ejemplo, diseñamos experimentos estructurados (que pueden incluir pruebas A/B) o apoyamos la recopilación y análisis de datos (por ejemplo, encuestas con beneficiarios finales potenciales o grupos focales) para medir los impactos o anticipar impactos potenciales rápidamente y guiar la toma de decisiones de los clientes. A su vez, estas acciones pueden ayudar a fortalecer la implementación del proyecto y el impacto en el desarrollo.