Por unas semanas, BID Invest trasladó su sede a Kingston
Un proverbio jamaiquino que dice algo así como “coco a coco se llena la canasta” ilustra que el éxito rotundo está hecho de múltiples y pequeñas victorias. Cuando BID Invest se lanzó en 2016 como la institución del sector privado del Grupo Banco Interamericano de Desarrollo (Grupo BID), nuestra idea de éxito era hacer más negocios en el Caribe.
Sin embargo, encontrar ese punto ideal de proyectos que ofrecen tanto sostenibilidad financiera como desarrollo social y ambiental es una prioridad y un desafío. Para lograr este gran objetivo, teníamos que centrarnos primero en las pequeñas victorias.
Las victorias incluyen comprender las economías individuales del Caribe y pasar más tiempo con nuestros clientes y sus propios clientes. Significaba estar más presentes. Y ello me llevó a mudarme a Kingston por un mes. Empezando por Jamaica, quise unirme a nuestro equipo de profesionales de inversiones y ver el mercado a través de sus ojos.
Datos como los siguientes fueron los que más me motivaron durante mi estadía:
En primer lugar, las condiciones económicas de Jamaica están mejorando. Los sectores agrícolas, de construcción y de turismo están teniendo un buen desempeño. El control de la inflación y la reducción de la deuda recientemente resultaron en mejoras en la calificación crediticia. Este año, Fitch y S&P mejoraron la calificación de emisor a largo plazo de Jamaica de B a B +, y la perspectiva de Moody’s es positiva. Y al reunirme con contrapartes del sector público y privado, veo que el país está lleno de oportunidades.
Las oportunidades se centran en el potencial de inversión para infraestructura sostenible. Jamaica tiene la segunda brecha de inversión en infraestructura más alta del Caribe. Las posibilidades en los sectores de electricidad, transporte y agua y saneamiento son importantes. Según el Banco de Desarrollo del Caribe, hay una brecha de inversión total estimada en Jamaica de US$774 millones durante la década de 2015 a 2025.
Una extensión natural de las inversiones en infraestructura es la industria turística de Jamaica, que requiere de servicios públicos básicos para apoyar su crecimiento. En BID Invest, desarrollamos recientemente una herramienta para evaluar el impacto de las inversiones en la industria hotelera. Nuestros resultados muestran que al invertir unos US$600 millones al año entre 2018 y 2030, la pobreza en Jamaica podría caer en promedio 2,3% por año.
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Las inversiones turísticas aumentan el empleo y los salarios promedio. Esto podría representar que unos 120 mil jamaiquinos salgan de la pobreza.
Cuando financiamos el hotel Marriott Courtyard en Kingston, combinamos nuestro préstamo con asistencia técnica para capacitar a la fuerza laboral. La capacitación en construcción, operación y hospitalidad hoteleras proporcionó habilidades técnicas y carreras profesionales a largo plazo y finalmente influyó en cadenas de suministro completas.
También estamos entusiasmados con las oportunidades para ampliar el acceso a la financiación para las micro, pequeñas y medianas empresas. El gobierno de Jamaica lanzó recientemente una estrategia de inclusión financiera, y BID Invest podría explorar la posibilidad de trabajar con cooperativas una vez que sean supervisadas por el Banco de Jamaica. Las instituciones financieras no bancarias, como las iniciativas de arrendamiento y factoraje, requieren apoyo financiero y técnico para convertirse en alternativas simplificadas, que podemos apoyar.
Por último, nos estamos quedando sin tiempo para abordar el cambio climático. El aumento de las lluvias, las sequías más largas y la erosión de las costas son impactos que representan una vulnerabilidad desproporcionada para las economías de las naciones isleñas. Los países del Caribe como Jamaica soportan de manera injusta la carga de tener que trabajar más por combatir el cambio climático más allá de lo que hayan contribuido a causarlo. Los activos financiados en Jamaica deben considerar los riesgos climáticos y se pueden incorporar medidas de adaptación a largo plazo. BID Invest trabajará más para desplegar los servicios de asesoramiento y recursos concesionales para apoyar a nuestros clientes a abordar las desventajas y las ventajas del cambio climático.
Nuestros esfuerzos crecientes en resiliencia climática e inclusión social se reflejan en los casi US$200 millones que tenemos en la actualidad en nuestra cartera de Jamaica, un número que esperamos duplicar con transacciones altamente desarrolladas en la próxima década.
Aunque solo estuve en Kingston unas pocas semanas, nuestra oficina central regional permanece, liderando el trabajo de BID Invest en todo el Caribe. Los esfuerzos del Grupo BID incluyen un representante de país para coordinar nuestro diálogo entre los sectores público y privado. Nuestro equipo de expertos locales está delante de nuestros clientes identificando proyectos que aportan el mayor valor financiero, social y ambiental. El equipo logra pequeñas victorias todos los días, reuniendo los “cocos” metafóricos y llenando nuestra canasta.
De regreso a Washington D.C., traje una estrategia comercial más clara para continuar trabajando con el sector privado de Jamaica para un mañana más inclusivo, resistente y competitivo.■
* Publicado originalmente en Businessuite.com / Foto por KingstonPharaoh, imagen recortada para publicación.
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