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Cómo el financiamiento al comercio exterior impulsa el acceso al crédito para las empresas y la seguridad alimentaria

La mayor parte del comercio mundial depende del financiamiento al comercio exterior. Sin embargo, el déficit mundial de financiamiento al comercio exterior aumentó hasta alcanzar aproximadamente 2,5 billones de dólares en 2022, ampliado por la pandemia y la actual incertidumbre económica y geopolítica. Reducir esta brecha puede tener un impacto positivo en dos desafíos críticos que enfrenta la región: el acceso limitado al financiamiento por parte de las PYME y la creciente inseguridad alimentaria.

Image of ships at a trade port

En América Latina y el Caribe, el comercio internacional desempeña un papel fundamental en el desarrollo y el crecimiento económicos, contribuyendo a impulsar la competitividad y la innovación de las empresas. Asimismo, el comercio entre países de la región ayuda a fortalecer la cooperación y la integración. Asimismo, la región parece estarse preparando para otro commodity boom, dada la creciente necesidad de alimentar tanto al mundo como a la revolución verde, enfatizando aún más la importancia del comercio y su elemento vital: el financiamiento al comercio exterior.

 

Si bien la mayor parte del comercio mundial depende del financiamiento, la brecha de financiamiento al comercio exterior aumentó hasta alcanzar aproximadamente 2,5 billones de dólares en 2022, un incremento del 47% con respecto a 2020, ampliado por la pandemia y la actual incertidumbre económica y geopolítica.

 

Es claro que existe una enorme demanda insatisfecha de crédito entre las empresas que buscan ampliar sus mercados de exportación o importar bienes críticos para mejorar su productividad. Este desalineación afecta con mayor dureza a los mercados en desarrollo y a los actores más pequeños dentro de ellos, las pequeñas y medianas empresas (pymes), dado que el riesgo percibido de las transacciones de comercio exterior es mayor en estos contextos.

 

Por eso es tan crucial facilitar el flujo del financiamiento al comercio exterior en América Latina y el Caribe, especialmente durante las crisis económicas. Por ejemplo, nuestro Programa de Facilitación del Financiamiento al Comercio Exterior (TFFP por sus siglas en inglés) desempeña un papel anticíclico, es decir que aumenta cuando el financiamiento al comercio exterior disminuye, como vimos en el punto álgido de la pandemia. El TFFP proporciona préstamos a corto plazo a bancos locales de la región para financiar empresas importadoras y exportadoras, así como garantías de crédito a bancos globales para mitigar el riesgo percibido de las transacciones de comercio exterior con bancos de la región. Entre 2018 y 2022, financió 7.800 millones de dólares en transacciones de comercio exterior y movilizó 716 millones de dólares de socios mediante préstamos B.

 

En particular, el aumento del financiamiento al comercio exterior está teniendo un impacto positivo en dos desafíos críticos que enfrenta la región: el acceso limitado de las pymesal financiamiento del comercio exterior y la creciente inseguridad alimentaria.

 

Primero, las pymes. En general, el TFFP trabaja principalmente con bancos que ya tienen clientes pymes en sus carteras de financiamiento al comercio exterior. En 2022, el programa financió a 22 bancos que informaron tener al menos el 15% de su cartera de financiamiento al comercio exterior dedicada a pymes.

 

Infografía sobre la evolución del comercio exterior de alimentos

En la actualidad, el programa viene adoptando un enfoque aún más específico al trabajar con los bancos para asignar directamente fondos del TFFP a pequeñas y medianas empresas que necesitan financiar sus operaciones de comercio exterior. Entre enero de 2022 y agosto de 2023, a través de este mecanismo se destinaron 136 millones de dólares de financiamiento a pymes. Estas transacciones ayudan a las empresas más pequeñas, la mayoría de las cuales ya enfrentan importantes barreras de financiamiento debido a la falta de garantías o historiales crediticios limitados, a acceder al financiamiento de corto plazo que necesitan para expandirse a mercados internacionales o para mejorar su eficiencia mediante la importación de insumos más baratos o de mayor calidad.

 

Seguido, tenemos el creciente problema mundial de la inseguridad alimentaria. América Latina y el Caribe es el mayor exportador neto de alimentos del mundo. Sus exportaciones avícolas, de alimentos para animales, azúcar, café, frutas y verduras ayudan a reducir y estabilizar los precios internacionales de alimentos. Sin embargo, la inseguridad alimentaria en la región persiste. Los impactos del cambio climático en la producción agrícola, la infraestructura de transporte inadecuada para llevar los productos al mercado, así como la pobreza y la desigualdad profundamente arraigadas son alguno de los factores contribuyentes a la inseguridad alimentaria.

 

En este contexto, el financiamiento al comercio exterior tiene un papel catalizador que desempeñar. El monto del comercio relacionado con alimentos financiado por el programa (incluidos productos agrícolas, alimentos procesados e insumos para la producción agrícola, como maquinaria) ha aumentado constantemente, llegando a 930 millones de dólares en 2022, lo que representa el 43% del comercio total que financió el año pasado. Más de la mitad de este monto financia comercio entre países de la región y gran parte se origina en Brasil. Por ejemplo, Ecuador, Chile y Bolivia son los principales destinos de frutas y granos brasileños, y la mayor parte de su carne congelada se dirige a Paraguay, Uruguay y Las Bahamas.

 

El programa también contribuye a la oferta mundial de alimentos a través del financiamiento de exportaciones de alimentos a otras regiones. Dado que la demanda por alimentos producidos en la región probablemente seguirá aumentando de la mano con la creciente población mundial, expandir el alcance del financiamiento del comercio exterior ayudará sin duda a alimentarla.

Autores

Marielle del Valle

Marielle del Valle es oficial de la División de Efectividad en el Desarrollo de BID Invest. Apoya la estructuración, supervisión y evaluación de proye

Nelson Chacón

Nelson Chacón es consultor de la División de Efectividad en el Desarrollo (DVF) de BID Invest. Su trabajo está relacionado con el análisis económico,

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