Pasar al contenido principal

Agronegocios, cadenas de suministro y cambio climático: ¿Por qué centrarse en las mujeres?

Por Jimena Serrano y Michaela Seelig Las mujeres desempeñan un papel clave en la cadena de suministro de agronegocios en América Latina. Es por eso que son esenciales para enfrentar el desafío de adaptar los cultivos al cambio climático.

Agronegocios, cadenas de suministro y cambio climático: ¿Por qué centrarse en las mujeres?

Las mujeres representan en promedio el 20 por ciento de la fuerza laboral agrícola en América Latina y más del 60 por ciento de los empleados del sector en agronegocios  como las flores en Colombia y verduras en México. Más importante aún, las mujeres son claves para asegurar la calidad de los alimentos y productos en el sector agroindustrial. Las agricultoras están a menudo a cargo de la aplicación de pesticidas y fertilizantes. En el caso del café, las mujeres contribuyen la mayor parte de la mano de obra necesaria en las primeras etapas de la producción, incluyendo el cuidado de la planta, la cosecha y su procesamiento. Tareas como la recolecta de granos y su clasificación, en las cuales las mujeres sobresalen, influencian la calidad del café y el "premium" que se paga en su precio de venta.  Por lo tanto, el trabajo de las mujeres influye directamente en los ingresos de los comercializadores de café. Sin embargo, la contribución de las mujeres es a menudo invisible en la cadena de suministro agrícola. Sus ingresos son menores que los de los hombres.

Cuando el cambio climático afecta  los procesos y las prácticas agrícolas, el trabajo de las mujeres también se ve afectado. La literatura ha documentado cómo un clima más cálido y el cambio de los patrones de precipitación ponen en riesgo los cultivos agrícolas. Las áreas claves para la producción de alimentos, como la cuenca del Amazonas en Brasil y las llanuras costeras en el norte de Suramérica son las regiones que se consideran serán las más afectadas por las sequías. Fenómenos como La Niña (temporada de sequías), por ejemplo, son ambientes ideales  para el propagamiento del hongo de la roya del café, el cual se multiplica con el exceso de lluvias y las altas temperaturas. La producción brasileña de café robusta se estima que disminuirá en un 13 por ciento en la cosecha 2015/16 en comparación con el año anterior, debido a las sequías en la región más grande de producción de este tipo de café.

En las zonas rurales, los hogares encabezados por mujeres tienen menos acceso a los fertilizantes y otros insumos de producción.  Como las mujeres no suelen estar involucradas en llevar sus productos al mercado, tienen un acceso limitado a los ingresos obtenidos por la venta de su producido y tienen poco control sobre ellos. Por otra parte,las mujeres agricultoras tienen menos probabilidades de ser organizados en cooperativas. En la práctica, esto resulta en dificultades para acceder a capacitaciones y entrenamientos,  y a fertilizantes y otros insumos a precios favorables. Su capacidad para adaptarse a las cambiantes condiciones climáticas se dificulta aún más por la falta de automatización de los métodos de cultivo, lo que es un resultado de la falta de acceso al crédito. Para las compañías de agronegocios, todo esto se traduce en menor productividad y menor calidad, lo que pone en riesgo su abastecimiento.

Al evaluar cómo asegurar materias primas de calidad de cara al cambio climático, las empresas agroindustriales pueden volver a las bases de la igualdad de género: ¿Quién necesita el acceso a formación, herramientas y técnicas en el tratamiento de enfermedades de los cultivos como consecuencia del cambio climático? ¿Quién está tomando las decisiones a nivel de la cooperativa? ¿Están las mujeres agricultoras y sus conocimientos representados? La identificación de las restricciones específicas de género asegurará de que todos los recursos que las compañías de agronegocios inviertan en el campo se maximicen en el proceso de adaptación de sus cadenas de valor.

 

Sobre las autoras

Jimena Serrano es consultora en temas de género en el Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo del BID. Actualmente trabaja con los oficiales de inversión para maximizar las oportunidades para las mujeres en las operaciones del BID con el sector privado. Se ha centrado sobre todo en la construcción del “business case” para integrar a las mujeres en sectores como la minería, la agricultura y la energía.

Michaela Seelig es consultora de sostenibilidad en el Departamento de Financiamiento Estructurado y Corporativo del BID donde trabaja en productos de cooperación técnica con un enfoque específico en el cambio climático, la biodiversidad y servicios relacionados con ecosistemas. Su experiencia previa incluye trabajo en acciones de mitigación apropiadas a nivel nacional y en la gestión de la sostenibilidad integrada en una empresa manufacturas.

Autores

Autor invitado

Financial Institutions

Posts Relacionados

  • Una emprendedora en su taller de costura
    Historia del bono sostenible que transformó el mercado financiero de América Central

    Gracias a esta operación, Banco Promerica mejoró la vida de las personas, ayudó a muchas pymes a sortear con éxito la pandemia, y contribuyó al desarrollo económico y social de la región. Una iniciativa sin precedentes.

  • Dos personas ante una pantalla en una oficina
    Compartir conocimiento, clave para avanzar hacia una economía sostenible: nuestra experiencia en México

    El creciente interés de empresas e inversionistas en los bonos temáticos va de la mano con la necesidad de brindarles las herramientas y el conocimiento para guiarles en ese camino. El resultado, hasta ahora, habla por sí mismo. Y el futuro es promisorio.  

  • Panama financial sector
    Integridad para los negocios: una guía de integridad para las instituciones financieras en Panamá

    Una nueva guía, que brinda asistencia práctica al desarrollar o mejorar programas de cumplimiento, puede ayudar a reducir el riesgo de integridad, un obstáculo clave para algunos inversores extranjeros que buscan trabajar con bancos en la región.