Brasil: El reto y la oportunidad en infraestructura
Brasil representó más del 60% del PIB de América del Sur en 2016, sin embargo, tiene los mayores rezagos en infraestructura respecto de países comparables y frente a los otros países del grupo de los BRICS. De acuerdo con el Índice Global de Competitividad del Foro Económico Mundial, Brasil ocupa la posición 108 entre 137 economías en calidad general de la infraestructura, ya que cuenta con niveles insuficientes y en muchos casos al límite de capacidad. Estas deficiencias se reflejan en los altos costos logísticos del país, estimados en alrededor del 15% del PIB frente a un 8-10% en los países de la OCDE.
Los retos de cobertura, calidad y capacidad de la infraestructura brasileña están asociados a la baja inversión en los últimos años, estimada en un 2,8% del PIB entre en 2008 y 2015, y que debería alcanzar al menos el 3,2% entre 2019-2024, de acuerdo con estimaciones internas del Grupo BID. Con esto en mente, nos reunimos en Brasil con ejecutivos del sector privado de infraestructura para conversar sobre los principales retos y oportunidades asociadas.
Pese al importante papel que viene desempeñando el sector privado, con una contribución de más del 50% de la inversión total en infraestructura, entre 2008-2014, hoy enfrenta restricciones para acceder al financiamiento de largo plazo. Estas restricciones están asociadas, entre otros hechos, a la reducción de la participación del BNDES, que aportó alrededor del 80% de los recursos para la financiación de proyectos de infraestructura en la última década, y a los impactos de la regulación bancaria internacional (Basilea III) que impone un elevado consumo de capital al financiamiento de largo plazo, lo cual limita el apetito de los bancos comerciales para este tipo de activos. Los graves problemas de las grandes compañías constructoras brasileñas vinculados a escándalos de corrupción, como la Operación Lavajato, también han impactado la confianza de los inversores y del sector financiero.
La oportunidad
Consciente de la importancia de atender los retos de infraestructura y potenciar la participación el sector privado en su desarrollo, el gobierno federal creó el programa de Alianzas de Inversiones (Programa de Parcerias de Investimento – PPI) para apoyar el desarrollo de proyectos bajo la modalidad de concesiones o asociaciones público-privadas (APP). En 2017, se evidenciaron progresos con la adjudicación de concesiones aeroportuarias con la participación de inversores internacionales. Se esperan inversiones relevantes en generación de energía renovable (subastas en diciembre 2017, abril y agosto de 2018), líneas de trasmisión, infraestructura portuaria, movilidad urbana, carreteras y saneamiento, entre otros. Con una participación cada vez más relevante de los gobiernos subnacionales, hay oportunidad de apoyar el fortalecimiento institucional necesario para la adecuada estructuración, puesta en marcha y monitoreo de proyectos bajo estas modalidades.
También se han introducido cambios normativos orientados a atraer la inversión privada, incluyendo incentivos tributarios para la emisión de bonos para financiamiento de infraestructura (“debentures de infraestructura”) en el mercado local. Según la Asociación Brasileña de las Entidades de los Mercados Financiero y de Capitales (ANBIMA), entre 2016 y 2017, el volumen de bonos emitidos para el financiamiento de infraestructura aumentó de US$1.315 millones a US$2.857 millones. El reposicionamiento del BNDES crea una oportunidad para una mayor participación de los mercados de capital, de la banca comercial y de inversores institucionales tanto a nivel nacional como internacional en la financiación de infraestructura a largo plazo. Se estima que el mercado de fondos de pensiones brasilero actualmente invierte el 80% de sus fondos en deuda pública y solo el 2% en títulos de deuda privados.
Con el objetivo de movilizar recursos de los fondos de pensiones y otros inversores institucionales, BID Invest ha anunciado una alianza con el BNDES para la creación de un fondo de crédito para infraestructura. El fondo, llamado “B2B Infra”, se estima que contará con una participación de alrededor de 30% de recursos del BNDES, 10% de BID Invest. Esta iniciativa busca apalancar la capacidad de originación y estructuración de estructuras project finance y la capacidad de inversión de BID Invest con los recursos aportados por BNDES y otros inversores. Si bien el camino a recorrer es largo, los pasos decisivos de BID Invest junto con el apoyo de entidades como BNDES y otros contribuirán a cerrar las brechas de financiación y desarrollo de infraestructura en el país.
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