Puede que Surinam sea la república más pequeña, con menos población y una de las economías más pequeñas de Sudamérica. Sin embargo, este último calificativo podría cambiar pronto y notablemente.
Gracias al reciente descubrimiento de grandes yacimientos de petróleo y gas natural frente a su costa atlántica, este país de lengua holandesa podría estar a punto de experimentar un fuerte repunte en su crecimiento, un cambio de fortuna tras la contracción causada por la pandemia en 2020.
Un auge económico impulsaría las perspectivas del sector privado surinamés, donde 98 % de las empresas son pequeñas o medianas. Las PYME necesitarán acceder a préstamos y otros servicios financieros, pero en la actualidad mitad de ellas tienen problemas para conseguir financiación.
Finabank quiere cambiar esta situación. Aunque esta institución privada sea hoy la más pequeña de los cuatro bancos que dominan el pequeño sector financiero de Surinam, tiene grandes planes.
En años recientes Finabank ha modernizado su plataforma digital para ofrecer mejores servicios de banca online, y ahora está apostando a crecer atrayendo a PYME que han sido ignoradas por competidores más grandes.
No obstante, uno de los obstáculos que enfrenta para ampliar sus operaciones de préstamo es el acceso a la financiación en dólares estadounidenses. La pandemia tiene parte de la culpa por haber deprimido la actividad económica. Además, Finabank comparte con otros bancos de Surinam un problema común en todo el Caribe: la reducción de riesgos, conocida por el término inglés de-risking.
El de-risking es la práctica que utilizan los bancos internacionales cuando rompen relaciones comerciales con instituciones financieras más pequeñas, empresas de transferencias de dinero, e incluso organizaciones humanitarias en regiones en desarrollo, usualmente citando preocupación por potenciales casos de blanqueo de dinero ilegal u otros posibles delitos financieros.
Esta práctica, que apenas hace mella en los resultados de los grandes bancos, puede entrorpecer gravemente las operaciones de las instituciones financieras locales, que suelen verse repentinamente excluidas de líneas de negocio que generan divisas, como la financiación del comercio exterior o la distribución de remesas.
Una vía para superar este problema es reforzar las normas contra el blanqueo de activos de los bancos locales, adaptándolas a los estándares internacionales. Eso es exactamente lo que Finabank se propone hacer en virtud de un acuerdo que alcanzó con BID Invest en 2020. El banco surinamés también desarrollará y adoptará un sistema de gestión ambiental y social más sofisticado.
Estos servicios de asesoría complementarán un préstamo de US$3 millones que Finabank utilizará para financiar el crédito a PYME. Además, BID Invest amplió su línea de TFFP para el banco surinamés de US$2 millones a US$5 millones.
“Asociarse con Finabank fue lo correcto. Teníamos que valorar los esfuerzos que están realizando en un contexto muy difícil, de cara a un futuro más prometedor”, dijo el jefe del equipo de proyecto de BID Invest, Michael Apel.
Por su parte, el gerente general de Finabank, Eblein Frangie, dijo: “Nos sentimos honrados ante este nuevo y reforzado compromiso con BID Invest. Este acuerdo nos permitirá seguir fortaleciendo la gobernanza de Finabank en virtud de las normas internacionales, de forma de poder cumplir nuestros objetivos estratégicos”.