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Cuatro aspectos sostenibles a la hora de comprar la cesta de Pascua

Durante la Semana Santa conocemos la dulce tentación de consumir todo tipo de símbolos de Pascua hechos de chocolate y pensamos que está mal hecho. Pero no hay por qué.

Pascua para negocios sosteniblesLo desconocido de consumir chocolate es que puede apoyar a un modelo de negocio sostenible con raíces provenientes de América Latina, que sustenta a pequeños productores y el medio ambiente.

Aquí están cuatro recomendaciones de cómo elegir adecuadamente los regalos de la cesta de Pascua para que tengan un buen impacto:

1. Consumir chocolate de alta calidad

Con calidad me refiero a chocolates que tengan mayor porcentaje de cacao (chocolate negro o amargo). Es decir más allá del 50% de pasta de cacao. A partir de esa cantidad el sabor del cacao empieza a ser perceptible. El chocolate negro es lo que se puede llamar chocolate propiamente dicho, pues es el resultado original de la mezcla de la pasta y manteca del cacao con azúcar, nada más. Un alto porcentaje de cacao en el producto asegura que se añada poca porción de otros ingredientes como por ejemplo aceites vegetales al chocolate. Lo cual es beneficioso porque la producción de cacao de manera tradicional, en los sistemas agroforestales, son un modelo integral para la economía verde y sostenible.

2. Buscar cacao producido en la región

El cacao ha sido producido bajo sistemas agroforestales – combinando arboles de cacao con otros cultivos -, y consumido por más de 3 mil años en América Latina y sigue siendo el único modelo de producción en grandes partes de América Central. Esta manera de producir cacao tiene muchas ventajas para el medio ambiente, porque establece una cobertura permanente del suelo y los árboles se aprovechan como hábitat para diferentes animales. Según estudios científicos, una plantación de cacao cultivada bajo este sistema en cualquier parte de Mesoamérica tiene la capacidad de establecer cerca de 3 toneladas de carbono por hectárea al año, un buen indicador para impactos positivos en el medio ambiente.

Hoy en día el mayor volumen del cacao global se está produciendo en plantaciones no tradicionales, un 68% en el Oeste de África, enfocándose en un mercado de cantidad en vez de calidad. De todas formas, hay una suma de cooperativas y empresas start-up en la región que tratan de valer el mercado de alta calidad y conectar más pequeños productores directamente con los compradores especializados en Europa y EEUU. Un perfecto ejemplo de este negocio sostenible es el grupo suizo Chocolats Halba, con operaciones de suministro en Honduras, Perú y Ecuador.

3. Comprar productos con sellos de sustentabilidad

Según la Fundación Global del Cacao, la producción en América Latina típicamente ocurre en fincas pequeñas de pocas hectáreas, con un promedio de cosecha anual de 500 a 600 kilos, con mucha variedad según el tipo de cacao y el país. El pequeño productor muchas veces no puede cubrir sus gastos de producción y cae en la trampa de la pobreza. Por ello los esquemas de certificación sostenible, que se pueden identificar por varios sellos en el producto final, tratan de cambiar esta dinámica. Dos de los sellos más conocidos en mercados de exportación son – Comercio Justo con énfasis social y Certificación Orgánico con enfoque ambiental – promueven premios significativos a productores certificados, siempre y cuando cumplan con los requerimientos sociales - medio ambientales y de una alta calidad. El cuadro de abajo muestra el ejemplo de los precios que un comprador Hondureño paga a proveedores de diferentes calidades de cacao.

[caption id="attachment_3110" align="aligncenter" width="580"] Parte rojo significa el premio añadido. Fuente: Merino 2015[/caption]

A través de la compra de chocolate certificado, el consumidor puede apoyar a los pequeños productores de manera indirecta.

4. Disfrutar en moderación

Aunque el consumo per cápita de chocolate es lo más alto en Europa, la demanda en los mercados emergentes crece rápidamente. En Brasil por ejemplo, se consumen 100 millones de huevos de Pascua cada año, obviamente muchos por niños. Dado a la alta población de jóvenes en toda la región, el mercado potencial para el chocolate es inmenso. Al mismo tiempo estamos combatiendo un 35% de la obesidad en los niños de Brasil y todos estamos en nuestros regímenes personales de prepararnos para la temporada de verano. Así que el consumo en moderación, de alta calidad y de productos sostenibles en la región, es parte de la solución.

¡Feliz Semana Santa dulce!

 

Autores

Katalin Solymosi

Katalin es especialista de BID Invest en el uso sostenible de la tierra. Maneja productos de financiamiento concesional y servicios de asesoramiento p

Development Impact

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