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Cómo apoyar la inserción de las PYME en el comercio y las cadenas de valor globales

La incorporación de las PYME de mercados emergentes en el comercio y las cadenas de valor globales conlleva importantes beneficios y oportunidades para el desarrollo económico de los países y las propias empresas.

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La participación de compañías de países emergentes, especialmente las pequeñas y medianas empresas (PYME), en el comercio internacional y las cadenas de valor globales es un objetivo frecuentemente buscado por los gobiernos y organismos de desarrollo, por los beneficios que conlleva para las empresas y la economía de un país. La cuestión está en el cómo.

Entre estos beneficios, están el de crear oportunidades para diversificar el comercio y la producción, fomentar la especialización y proveer acceso a conocimientos técnicos y tecnología, con efectos positivos asociados al incremento de la productividad, competitividad y el empleo. El comercio, además, es una fuente importante de derrama económica para los países, en la medida que favorece y posibilita la entrada y esparcimiento de dinero en varios sectores de la economía, beneficiando indirectamente a la población que depende de estos sectores.

En la práctica, la incorporación de estas PYME de mercados emergentes en la cadena de proveeduría de grandes empresas globales conlleva importantes oportunidades, pero también importantes riesgos. Pensemos por ejemplo en una gran multinacional del café, que compra grano de pequeñas explotaciones cafeteras de Centroamérica, normalmente por medio de cooperativas.

El primer riesgo que afrontan para trabajar con estas PYME de países emergentes es el riesgo país, es decir, el riesgo de que la inestabilidad política, económica e incluso jurídica del mercado pueda afectar a sus operaciones en dicho país, su cadena de proveeduría o el flujo del dinero. Existen también importantes riesgos comerciales y operativos asociados a la capacidad de estos proveedores de mantener una oferta estable y de calidad en la provisión de insumos.

Pensemos que, muy posiblemente, estos proveedores pequeños requerirán financiamiento para preparar la cosecha o producción, e incluso inversiones de capital para cumplir con los estándares que requieren las grandes empresas internacionales. Esto incluye, cada vez más, el cumplimiento con los estándares sociales y ambientales internacionales aplicables al manejo de la cadena de valor, un tema especialmente sensible en economías en desarrollo, que puede traducirse en potenciales riesgos financieros, operativos y reputacionales para estas grandes empresas.

La presencia de la banca en estos mercados, y la disponibilidad de productos y servicios financieros en apoyo al comercio y las cadenas de valor (ya sea a través de financiamiento o de instrumentos de mitigación de los riesgos asociados al comercio local e internacional), que cubran las necesidades locales no solo de los grandes compradores sino también de los pequeños proveedores, es de suma importancia cuando hablamos de países emergentes, y se presenta frecuentemente como una barrera de entrada, o factor disuasorio, para las grandes empresas que desean operar en o con estos mercados.

La subida de primas de riesgo iniciada hace unos años en algunos mercados ha contribuido significativamente a incrementar esta brecha de acceso al financiamiento, una situación agravada recientemente por la crisis económica asociada al COVID-19.

Gráfico

En este sentido, cabe resaltar también la necesidad de que existan de políticas públicas que faciliten y protejan el acceso al financiamiento en este tipo de mercados, en especial para el segmento PYME, así como la implementación de las mejores prácticas en cuanto soluciones financieras en apoyo al comercio, como la factura electrónica y, en general, la digitalización de los documentos asociados a las transacciones comerciales, con las reformas jurídicas y tecnológicas que conllevan.

BID Invest, el brazo del sector privado del Grupo BID, cuenta con diversos instrumentos financieros para apoyar el comercio y las cadenas de valor de ALC, estando presente en los 26 países miembros de la región. Por el lado de la banca, el Trade Finance Facilitation Program (TFFP), que este año celebra su 15º aniversario, es un programa cuyo objetivo es ayudar a la banca local a financiar y viabilizar operaciones de comercio exterior de sus clientes en ALC, ya sea a través de financiamientos directos, ya sea a través de garantías que permitan a los bancos internacionales cubrir el riesgo de trabajar con estos clientes y en estos mercados.

Por el lado de nuestros clientes corporativos, BID Invest pone a disposición de las empresas que operan en ALC productos de financiamiento al comercio y las cadenas de valor tales como préstamos a la importación/exportación, financiamiento de cuentas por cobrar y por pagar, garantías, etc. En concreto, nuestras soluciones de factoraje están específicamente diseñadas para posibilitar el acceso al financiamiento a los proveedores PYME de las grandes empresas en ALC, y contribuir a diseminar las mejores prácticas en cuanto al manejo de la cadena de valor.

Autores

Fabio Fagundes

Fabio es Jefe de la División de Productos y Servicios Financieros de BID Invest, a donde ingresó en 2016. Es responsable de la estrategia de negocios

Romario Alves

Romário lidera el equipo de Comercio Exterior y Cadenas de Suministro de BID Invest, adonde ingresó en 2017. Es responsable de diseñar estrategias

Transport

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